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La casa histórica y sus alrededores (restaurada entre 1992 y 2000) nunca fueron diseñados para servir como museo. Sin embargo, desde que empezó a ser utilizado como tal, ha presentado un sin número de carencias que con el paso del tiempo se han tratado de ir solucionando haciendo modificaciones a  la estructura del inmueble histórico y adiciones en su perímetro. Todas estas intervenciones han solucionado de manera parcial y momentánea los retos y compromisos sociales que un museo contemporáneo debe tener con la comunidad a la que pertenece.

A pesar de todo, las necesidades (no solo esperadas por el museo, sino exigidas por su público) no paran de crecer y cada día ahondan y resaltan los problemas esenciales como la falta de espacio para exhibir la totalidad de las colecciones, la falta de reservas técnicas para su albergue, talleres de conservación, museografía, espacios educativos, zonas de acogida, etc.

Dentro de este proceso de ampliación por fases, se espera pronto se puedan iniciarán las obras de infraestructura de las reservas técnicas de colecciones, que permitan albergar la totalidad de las piezas patrimoniales que no se exhiben al público, y en donde el grupo de restauradores y registradores de colecciones puedan realizar su trabajo de cuidado y catalogación adecuada de nuestros acervos.